El uso de las tecnologías de la información y la
comunicación han venido a transformar la forma de cómo interactuamos así como
la manera de cómo aprendemos, ejemplo son las escuelas virtuales.
Han existido diversas etapas en la educación a distancia.
1º Enseñanza por correspondencia.
2º Enseñanza multimedia.
3º Telemática.
4º Enseñanza colaborativa basada en internet.
Como alumno eres un agente activo de tú propio aprendizaje.
El ser estudiante conlleva estudiar a un ritmo dirigido por
uno mismo, con autonomía y dedicado
esencialmente a los intereses particulares.
Existen características del estudiante en línea, como lo
son:
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Actitud proactiva.
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Compromiso con el propio aprendizaje.
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Conciencia de actitudes, habilidades, destrezas
y estrategias.
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Metas propias.
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Aprendizaje autónomo y autogestivo.
Los retos que se enfrenta el estudiante en línea llegan a
ser:
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Dejar atrás el aprendizaje dirigido.
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Evitar memorizar y repetir el conocimiento.
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Administración del tiempo.
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Destrezas comunicativas.
El desafío más grande al que se enfrenta el estudiante en
línea sería el convertirse en “alfabeta digital”. Saber manejar la sobrecarga
de información y discriminar la calidad de las fuentes de información.
“Se trata de navegar en la red y no naufragar en ella”.